A los señores editores de La Gaceta de Tucumán
Son muchos los agravios que desde sus páginas se realizaron a las mujeres, desde antes, durante, e incluso después de concluido el Encuentro Nacional de Mujeres.
No vamos a referirnos a todos los artículos misóginos, lesbofóbicos, o a las falsificaciones realizadas sobre los objetivos y el desarrollo del encuentro, ni siquiera a la complicidad abierta desde este y otros medios de comunicación local con la jerarquía de la Iglesia, en la prédica fundamentalista contra los derechos de las mujeres, y de las diversidades sexuales.
En este caso queremos aclarar puntualmente un tema, en el que se resume no sólo la ignorancia y los prejuicios de quienes escriben estas notas y quienes las publican, sino en el que se realiza una acción fuertemente discriminatoria hacia una comunidad que ha sido históricamente vulnerada en sus derechos, y estigmatizada socialmente como es la comunidad travesti.
Se señala en uno de sus artículos el día 12 de octubre, que en la marcha realizada durante el Encuentro Nacional de Mujeres, se "infiltró un travesti".
La terminología de "infiltración" recuerda a las crónicas policiales dictatoriales. No nos llama la atención que en una provincia en la que la impunidad ha permitido la continuidad de las políticas represivas, e incluso la protección a las fuerzas policiales ligadas a la trata de mujeres, y a los secuestros de las redes de prostitución, se siga utilizando un lenguaje afin a esas crónicas.
Lo que queremos señalar, para información de quienes puedan leer ese artículo, es que las compañeras travestis, como colectivo de resistencia a la cultura patriarcal, solidario en las batallas de las mujeres por nuestros derechos, hace muchos años que participan de nuestros encuentros por derecho propio, y no como "infiltradas".
En esta oportunidad, en nuestra delegación de Feministas Inconvenientes, participaron varias compañeras travestis, con quienes venimos compartiendo la creación de un espacio de lucha anticapitalista y antipatriarcal, y realizando esfuerzos comunes de denuncia de las diferentes opresiones, incluida esta: la estigmatizació n y discriminació n de un colectivo social y cultural vulnerabilizado por las políticas hegemónicas.
Es por esto, que pidiendo que publique esta carta como aclaración para los lectores y lectoras de su diario, nos reservamos de todas maneras el derecho a iniciar acciones contra la fuerte carga discriminatoria que implica pretender atribuir los enfrentamientos provocados durante la marcha por los hombres armados por el fundamentalismo católico y evangélico, a la presencia travesti en nuestra movilización.
Feministas Inconvenientes
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