miércoles, 19 de septiembre de 2007

Reflexiones hacia el XXII Encuentro Nacional de Mujeres

Por las histeriqas, las mufas y las otras - Wednesday, Sep. 19, 2007 at 12:00 AM
Escrito para la Publicación "Sin sostén", de Neuquén

Reflexiones hacia el
XXII Encuentro Nacional de Mujeres

las histeriqas, las mufas y las otras - Córdoba

Celebramos cada encuentro nacional porque son el espacio donde las mujeres nos encontramos de una manera única, nos apropiamos del paisaje que nos ofrecen las ciudades sedes, debatimos de manera horizontal y democrática, soñamos juntas, visibilizamos nuestros sueños en las calles y crecemos juntas.

Como feministas, celebramos también los encuentros nacionales porque son el espacio donde nos encontramos con miles de mujeres en la misma búsqueda y lucha que nosotras, con infinitos matices, y hacemos planes juntas para concretar acciones que nos permitan alcanzar algunas de nuestras reivindicaciones, sintiendo que vamos arrancando de a jirones algunas prendas del poder patriarcal.


En la construcción de este camino inédito que son los encuentros nacionales, vemos En los últimos años dos grandes dificultades que exigen una profunda reflexión, a la hora de defender estos espacios, por un lado, de quienes quieren "desaparecerlos", pero por otro también, de quienes los convierten en rituales reiterados anualmente, sin posibilidades de profundizar debates y acciones.

Una es que en algunos espacios de discusión, las mujeres que participamos de los encuentros no hemos encontrado los mecanismos que nos permitan retomar los acuerdos y avances conseguidos a través del debate en encuentros anteriores y desde allí avanzar y no caer en el callejón sin salida que pretende imponernos el embate conservador de los grupos que responden a los mandatos de la jerarquía católica, y que impiden que los debates se realicen. Esta dificultad se expresa sobre todo en talleres como los de sexualidad y los de anticoncepción y aborto, pero ya hace un par de años que se ha extendido a otros, como los de familia, identidad, género, sexualidad, etc. Las mujeres en general, y las feministas en particular, necesitamos encontrar maneras de superar esta dificultad.

Otra dificultad es la imposibilidad de generar una continuidad entre encuentro y encuentro, que permita construir un discurso político que retome las voces de los encuentros anteriores, y esto creemos que ocurre por una valoración errada de muchos sectores que creen que lo que fortalece los encuentros es justamente su supuesta falta de definición. Esto sale a la luz año a año, porque las mismas mujeres que asistimos sentimos ese vacío, que implica un enorme esfuerzo para lograr que este discurso que hemos construido a lo largo de veinte años, que tiene que ver con la firme exigencia de nuestros derechos, sea claramente visibilizado, y no sólo los reclamos de otros grupos o partidos políticos que logran instalar en ellos sus consignas a veces mejor que nosotras mismas. Nosotras entendemos que el derecho al aborto, la lucha contra la violencia hacia las mujeres en todas sus formas, el repudio a los avances de la jerarquía eclesiástica, conservadora y autoritaria, la libertad de Romina Tejerina, la lucha contra la trata de personas, el repudio a la represión y a la violencia estatal, son cuestiones que hacen ya a lo que es el Encuentro Nacional de Mujeres, y que esto debe plasmarse claramente desde la Comisión Organizadora de cada edición.

Sostenemos además que los Encuentros Nacionales de Mujeres deben ser espacios absolutamente libres de compromisos con el Estado y la Iglesia a todo nivel, a las que deben señalar y denunciar las violencias y ausencias del sistema en general, y de cada gestión en particular. Seguimos creyendo que las medidas que ha tomado el estado nacional en relación al aborto no dejan de ser parches y que no dan respuestas serias y estructurales a nuestra lucha y al reconocimiento del aborto como un derecho y una elección de las mujeres, y no sólo una cuestion de salud pública.

En este año, en Córdoba, para nosotras las feministas es un gran desafío ser parte de la comisión organizadora del encuentro nacional. Sabemos que ese espacio es un lugar donde todas estas tensiones y definiciones entran en juego con otras, y tenemos mucha expectativa de que la tradición de luchas de nuestra ciudad, se plasme en poder garantizar los espacios necesarios para que todas podamos expresarnos y construir juntas, en poder fortalecernos y seguir avanzando en la lucha contra el patriarcado y el capitsalismo que nos explotan y oprimen, en la lucha por el derecho al aborto, en avanzar también en el debate y poder generar acciones concretas contra la trata de mujeres y niñas, en conseguir la libertad para romina tejerina y que una vez más las mujeres podamos salir al encuentro con otras y podamos compartir nuestras diversidades.


las histeriqas, las mufas y las otras
Córdoba, agosto de 2007

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