Buenas noches, mi nombre es Maite Amaya, agradezco al programa de genero por la invitación.
Yo participo de la colectiva feminista anticapitalista las histeriqas, las mufas y las otras. También del espacio del jueves en casa caracol, un Espacio en formación que reúne a militantes y organizaciones comprometidas con la realidad transgenero.
Voy a comentar brevemente las tareas que nos planteamos desarrollar desde el espacio del jueves: Avanzamos en la confección de una campaña contra la transfobia, orientada a trabajar la accesibilidad de las personas transgenero al sistema salud y al educativo. Preparamos una serie de encuentros con el personal medico y administrativo, como con docentes, para reflexionar acerca del genero, la transgeneridad y el trato respetuoso. También trabajamos en el acceso a otros derechos vulnerados actualmente, como el derecho a la identidad y al nombre propio. O el derecho a una vida sin violencia.
Me resulta extraño estar en este panel, acompañando la presentación de la muestra “visibles”, porque se trata de una muestra artística y yo no soy artista, ni critica de arte, ni siquiera tengo mucho acceso a este tipo de arte en mi vida cotidiana.
Sin embargo aun así decidí participar para que reflexionemos sobre el supuesto arte político lgtb.
Resulta extraño… incomoda estar en un lugar como este, la universidad nacional de Córdoba, no solo no hace parte de nuestro cotidiano transgenero, sino que se convierte en otro de esos lugares a los que tenemos negado el acceso. En el encadenado de marginación en la que estamos insertas la mayoría de las trans desertamos del sistema educativo en el nivel primario o secundario y hace impensable la posibilidad de cursar estudios superiores. Transitar estos campos. Leer en alguna sombra. Los varones aquí presentes están más cerca de ser nuestros clientes, que compañeros de estudio. Ustedes no son personas comunes a nuestros ambientes y yo no paso desapercibida entre ustedes.
Por otro lado, algo también difícil, es el modo como se piensan estos espacios de reflexión desde la lógica académica que nos divide: a ustedes como mero público pasivo, y a mí como autoridad que se sienta al frente para depositar un conocimiento en ustedes. Preferiría que nos sentáramos en ronda, compartir experiencias de vida, me gustaría que, reflexionando en conjunto arribáramos a conclusiones y propuestas de acción.
Aunque si realmente el dialogo y el trabajo con las trans fuera política de la unc y, mas concretamente del programa de genero, me parece que tendríamos que sentarnos bien concretamente a montar estrategias para incluirnos a nosotras en los contenidos y en el acceso a la universidad.
a pesar de que no estaba muy convencida de venir, ahora me parece importante estar aquí, ocupar este lugar que nunca ocupamos las trans, irrumpir en este orden institucional con nuestro cuerpo y nuestra voz. Subvertir, al menos en acto relámpago, la situación de invisibilidad; por un momento mirarnos frente a frente y abrir el dialogo con uds.
me parece necesario visibilizarnos las trans, y mas aun después de haber visto la muestra. Muestra que como la mayoría del material llamado lgtb (lesbico, gay, trans y bisexual), refuerza los estereotipos que hacen a la fractura de la “comunidad” lgtb. La mayoría de las obras son lesbicas, gay y bi. Transgenero hay solo una. Esa desproporción no es casual, es siempre así: ciertas identidades monopolizan los espacios, aunque gay varones, lesbianas mujeres, y varones y mujeres bisexuales sean leídas como personas comunes dentro de la sociedad heterosexual.
Las trasgeneros sin poder nunca apartar de los márgenes nuestra existencia, nuestros cuerpos y nuestras vivencias, ocupamos un pequeño lugar dentro de muestras, demandas y experiencias políticas lgtb.
Esta dice ser una muestra de arte político. Yo lo que entiendo por arte político es un arte que no tan solo nos visibiliza, como mera decoración de la vida, sino también, visibiliza nuestra situación de opresión, como también nuestras luchas para liberarnos.
No considero que sea esta muestra constituya un hecho político relevante para nosotras transgeneros, porque esta basada en la idea de pareja y toma como demanda central el matrimonio, cuestión que no hace a nuestra realidad de prostitutas callejeras, abandonadas y maltratadas.
me parece un retroceso en el marco de la lucha por nuestras libertades ponernos a discutir ahora sobre algo tan distante como el matrimonio. Fui invitada como activista política y me voy a posicionar al respecto, pero no sin antes contarles sobre nuestro cotidiano.
Nosotras somos expulsadas de nuestras familias a muy temprana edad, también de la escuela, dada nuestra construcción identitaria no heteronormada. Es decir Porque no somos ni hombres ni mujeres, somos victimas de expulsión y rechazo.
Esta situación nos lleva a prostituirnos a muchas desde los 12 o 13 años para poder sobrevivir en el abandono, en situación riesgo o situación de calle.
Las Consecuencias derivadas de la supervivencia prostibular nos mantienen en un promedio de vida de 30-35 años.
Los tratos discriminatorios y la negación a atendernos en algunos casos hacen que el sistema de salud se convierta en otro privilegio inaccesible, para nosotras .falta formación en trabajadorxs de la salud, medicxs y/o administrativxs. La inexistencia del genero en los contenidos académicos hace que nos de muchísimo miedo atendernos con gente que no sabe como actuar, que se pone nerviosa, o que nos ubica en el genero que tiene mas a mano.
Hasta hay negación para asistirnos en tratamientos hormonales, dado que se ignora que la identidad y el cuerpo se construyen, y que esto debe contemplarse dentro de las políticas públicas de salud. Lxs Medicxs no cuentan con herramientas para acompañarnos, cometen errores con tratamientos contraindicados, a veces nos producen daños irreversibles, dado que no consideran implantes de siliconas, por ejemplo, y nos colocan vacunas o intervienen el cuerpo provocando complicaciones evitables.
Todo esto sumado a que nadie quiere ser tratadx por un nombre y un género que no es el propio. Porque la identidad legal con que nos registra el sistema burocrático, contradice a la elegida.
Esta es también una de las razones por las que no accedemos al sistema laboral, teniendo vidas como sujetas femeninas y documentación masculina. Siendo más que visibles en lo que somos. Basta con preguntarse ¿cuantas transgeneros femeninas, o travestis conocen que sean maestras, medicas, secretarias, abogadas, comerciantes, vendedoras ambulantes, farmacéuticas, etc.? ¿Cuantxs de ustedes estudiantes y docentes prefieren a una transgenero en tareas de confianza o cuantxs les dejarían a cargo la crianza de sus hijxs? por ejemplo. Tal vez nunca se lo preguntaron, justamente porque no tienen compañeras de banco o docentes travestis.
El rechazo de tantos espacios provoca una especie de repliegue de nuestra comunidad a las sombras, a la oscuridad de la noche. Condiciones fértiles para la prostitucion .es decir la prostitucion no tan solo es para nosotras la forma de sobrevivir, sino que también es un espacio donde existir. Es lo único que nos dejan hacer y es el único lugar donde podemos ser.
Claro que estando sujetas a la coima de la policía, sus violaciones y su violencia psicofísica, a merced de los clientes que también pegan, torturan y matan. o de fiolos agresivos siempre inconformes con las ganancias, Al robo de los transeúntes. A la mirada con desprecio de las vecinas de la zona roja. Obligadas a pararnos en la esquina. A mercantilizarnos. Muchas veces en invierno obligadas a hacer la calle hasta con tuberculosis o pulmonías. Teniendo ganas o no. Expuestas a todo, totalmente vulnerables.
Putear hasta que salga el sol, señal de que hay que esconderse. Vivir produciéndonos para la mirada del cliente prostituyente, ser para ellos. Imitar a las modelos para tener mayor aceptación social y más clientela. Esperando que caiga la noche para salir a comprar el pan y la leche. Y después ya saben que… a putear hasta que salga el sol.
Para mi la prostitucion es una situación de explotación a superar. Es la cosificación que pesa sobre nuestros cuerpos. Anuladas como personas para ser juguetes sexuales de los varones. Nuestra sexualidad es de ellos, a mi placer lo delimitan terceros.
Cuando hay que soportar diez o quince penetraciones a la fuerza en un día para pagar la pieza de pensión, o comer, o mantener a nuestras familias pobrísimas, más que trabajo, es tortura. Si fuera un trabajo más, ¿porque no tenemos la posibilidad de elegirlo entre otros?
No estoy fomentando moralinas al respecto, quien quiera putear que putee. Estamos militando para que no sea la única posibilidad o una de esas “elecciones” tan condicionadas que es imposible que puedas escapar a ello.
Estamos buscando otras posibilidades para ser. Andamos tras la dignidad históricamente negada.
Hartas de la monotonía y la violencia algunas empezamos a preguntarnos: ¿Porque nos darán este lugar? ¿Quienes nesecitan de nuestra prostitucion? ¿Por que los varones son prostituyentes? ¿Por que somos nosotras la cara de la prostitucion y los prostituyentes son anónimos? ¿Que tiene que ver la constitución de la masculinidad con esta forma de relación sexual tan asimétrica entre los géneros?
Nesecitan de cuerpos de uso publico para reforzar la privatización de los cuerpos en el matrimonio. Base de la familia.
Es decir, el peso de la institución familiar Reposa sobre nuestros cuerpos. El modelo de la muchacha mala independiente e impura es necesario para reforzar el modelo de la muchacha buena, obediente y sometida.
Por otro lado los clientes, pagaran por hacer con nosotras lo que la “buena moral” no les permite hacer con sus novias y esposas. Monetarizando el deseo. Incorporando la libido dispersa a las ganancias. Todo eso sostendremos, hasta que nuestros cuerpos se estresen, así los clientes recurrirán a prostituir cuerpos nuevos, en un circulo de violencia, que hace que los cuerpos sean “cosas” descartables.
Refuerzan nuestra explotación sexual la iglesia que nos demoniza, la policía coimera, el estado, las ongs, los programas de prevención de v.i.h., las financiadoras nacionales e internacionales, las señoras que nos discriminan y nos niegan la posibilidad de vivir a la luz del día. Nos prostituyen padres de familia, hermanos, hijos, suegros, tíos, primos, trabajadores, burgueses, etc.
Pero esta es parte de nuestra realidad. la heteronormativa impregna la ley para disciplinar los cuerpos en el espacio publico o disciplina el espacio publico barriendo aquellos cuerpos que disidan de los mandatos identitarios.
los códigos contravencionales son un arma de criminalizacion de nuestras identidades. Crearon figuras ambiguas, como “negativa a identificarse”, “merodeo”, “prostitucion escandalosa”, “faltas a la moral y las buenas costumbres”, etc.…todas ellas Supuestamente no punibles, pero los días de arresto acumulativos, la celda, los golpes y violaciones en comisarías dan la cuota de terror necesaria para relegarnos del espacio publico céntrico. en la búsqueda de evitar tortuosos operativos y sanciones, vamos auto restringiendo nos cada vez mas en los márgenes de las ciudades.
Con esto, se imaginaran, que me resulta impensable la posibilidad de contraer matrimonio. No me quedan ganas de dejar que me casen, tener mi marido , mis hijos, mi licuadora , mi perro y la chimenea humeando. Eso es parte de un proyecto de sociedad heterosexual que nos quiere eliminar porque desajustamos su estructura identitaria, y por ende desajustamos el orden sexual al que estamos adscriptxs desde antes del nacimiento. El sistema sexo genérico es pieza clave del orden social autoritario en el que vivimos.
Como transgenero activista, veo que casarme no cambiaria en nada mi situación de opresión. Al contrario.
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Como anarquista feminista, que es mi identidad ideológica, no puedo dejar de ver al matrimonio como un contrato entre sexos, cuerpos y géneros para perpetuar la propiedad privada, con descendencia paterna. El matrimonio y la familia son instituciones base de la sociedad patriarcal y burguesa. Primarias en la educación y control de los cuerpos y deseos. Fundamental para sostener la sociedad en uniones heterocentradas. Es decir, para sostener el régimen político heterosexual.
Es el matrimonio un contrato económico y moral, en el que las mujeres se han visto atrapadas y desfavorecidas. Dependientes y esclavizadas en lo domestico o doblemente esclavizadas en lo publico y lo domestico. Es el ensayo micro de la sociedad autoritaria. Donde papa esta sobre mama, mama y papa sobre lxs hijxs, lxs mayores sobre lxs menores lxs herederxs sanguíneos sobre lxs adoptivxs.
Sinceramente no creo en el matrimonio como un derecho que haga a nuestra libertad.
Entiendo la lucha orientada a deconstruir las instituciones patriarcales y burguesas para generar propuestas nuevas. Con otras formas de relación. Otro entramado social.
Veamos, si no, después de tantos años de lucha de las mujeres, que tiene de positivo llegar a ocupar una institución tan patriarcal como el estado. La presidenta de la nación, aunque sea mujer, es la consolidación del neoliberalismo que mata diariamente a muchas personas de hambre y en particular, en lo que respecta a derechos de las mujeres o de otras expresiones del genero femenino, no se ha avanzado en nada, sino que, Por el contrario, este gobierno confunde, copta, vacía y desarticula nuestras demandas feministas.
La lucha por una sociedad nueva tiene, necesariamente que acabar con las instituciones de esta sociedad.
No gozamos de mayor libertad aceptando las reglas de juego de la sociedad heterosexista, el matrimonio nos alinea a la norma, ahí esta lo peligroso. ¿Es posible dejar que el estado regule nuestro deseo hasta que la muerte nos separe y que esto sea sinónimo de libertad? ¿Que pasa con aquellas uniones múltiples? Con la crianza compartida comunitariamente de lxs hijxs? ¿Que pasa con aquellos gay que tienen un/a hijxs con sus amigas lesbianas?
Yo hoy estoy siendo esto, mi deseo esta siendo este… ¿como puedo responder por mañana o hasta la muerte? ¿Para que burocratizar los sentimientos?
Es cierto que una ley de unión civil nos daría ciertos reconocimientos como ser consideradas familia directa de nuestrxs compañexs y así podríamos ingresar a visitarles en terapia intensiva, la cárcel, o tener licencia cuando se enferme y otros beneficios sociales, pero entonces no es matrimonio lo que buscamos sino sentarnos a trabajar en estrategias legales que nos condicionen lo menos posible y que nos permita acceder a ciertos derechos.
Una de las cosas que rescato de vivir en los márgenes es la posibilidad de atentar contra el orden establecido, al menos cuestionarlo.
Me parece que para hablar de sociedad transformada, basada en la libertad y el respeto a la diversidad, es necesario avanzar contemplando uniones no estereotipadas, de cuerpos y deseos no estereotipados, ni fijos, ni prefijados. Donde no caigan sobre nosotras los mandatos del autoritarismo patriarcal y burgués.
Donde nadie tenga que prostituirse para comer, no exista el poder de unos sobre las otras, las uniones sean acordadas sin ningún tipo de reglamentación externa y sin intercambio material a cambio. Donde nadie este en los márgenes porque no existirán limites para ser.
Eso necesariamente conlleva no quedarnos con lo que hoy nos dan. Nos encuentra buscando nuevas posibilidades, practicas emancipatorias inimaginables. Nos encuentra, una vez mas, emprendiendo una tarea soñada e iniciada mil veces, inacabada e inacabable, siempre perfectible: la creación de un mundo nuevo.
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